CONTRALORA IMPUTA ACTOS ILEGALES
Contralora refiere al FBI y al Departamento de Justicia irregularidades en facturación del Taller de Fotoperiodismo a Educación

Según una auditoría, la entidad facturó $1.7 millones por servicios que no ofreció o que ofreció antes de que se formalizara un contrato

El Nuevo Día
miércoles, 16 de marzo de 2022

Por BENJAMÍN TORRES GOTAY


 
La contralora Yesmín Valdivieso refirió a las autoridades investigativas de Estados Unidos y Puerto Rico un informe de auditoría divulgado este martes en el que le imputa al Taller de Fotoperiodismo, una entidad sin fines de lucro fundada por el fenecido fotoperiodista José Ismael Fernández Reyes, el haberle facturado ilegalmente $1.7 millones al Departamento de Educación (DE) por servicios no brindados o brindados antes de la formalización de un contrato, lo cual sería ilegal.

Según la contralora, las presuntas ilegalidades se cometieron tras el DE haber contratado al Taller de Fotoperiodismo para celebrar talleres de capacitación en diferentes disciplinas en 95 escuelas públicas en el año escolar 2015-2016, durante la incumbencia del exsecretario Rafael Román, por un total de $4,499,343.71. El Taller facturó $4,485,756, de los cuales el DE pagó $4,219,510. El dinero objeto de esta controversia proviene de fondos federales.

La contralora dice que tiene evidencia de que $1,752,297 de ese pago correspondía a facturas que contenían información falsa. “El contratista (Taller de Fotoperiodismo) preparó y presentó al DE facturas y sus justificantes con información falsa para justificar el cobro de $1,752,297″, dice el informe, que, como es la práctica en la Oficina de la Contralora, no identifica por nombre al contratista.

Fernández ha retratado a todos los gobernadores de Puerto Rico, a los sumos pontífices Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, así como a líderes mundiales como Mijaíl Gorbachov y Fidel Castro. José Ismael Fernández Reyes, conocido como Ismaelito, fundó el Taller de Fotoperiodismo en el 1994 y lo presidió hasta su muerte en el 2016. Según su viuda, Nilka Estrada, nunca se vinculó a los aspectos administrativos de la organización.

La contralora indicó que en septiembre del año pasado refirió su informe a los departamentos de Justicia de Estados Unidos y Puerto Rico, al FBI y a la Oficina del Inspector General de Educación federal.

El Taller de Fotoperiodismo fue fundado en el 1994 por Fernández, quien laboró por 36 años en El Nuevo Día, como parte de su interés en contagiarle su amor por el fotoperiodismo a niños y niñas de comunidades desventajadas. Incontables niños se beneficiaron de sus servicios desde entonces hasta el cierre de la institución en el 2017.

Fernández, a quien en los mundos periodísticos y políticos todos conocían como “Ismaelito”, presidió la entidad hasta su muerte el 23 de agosto de 2016, por causas naturales. Un año después de su fallecimiento, el Taller se declaró en quiebra y cesó operaciones.

La viuda de Fernández, Nilka Estrada Resto, indicó que su esposo siempre delegó en otros los asuntos administrativos de la entidad, sobre todo durante el periodo de las irregularidades detectadas en el informe, que ocurrieron casi al final de su vida, cuando estaba muy enfermo y pasaba largos periodos hospitalizado.

“El papel de Ismael como presidente fue usar su liderazgo para darle dirección al Taller, establecer metas, poner en vigor planes y estrategias de desarrollo. Nunca estuvo a cargo de la fase administrativa de contabilidad y facturación y menos en el último año de su vida”, sostuvo Estrada Resto.

El veterano comunicador Juan “Tato” Ramos, quien presidió la Junta de Directores del Taller, dijo que asumió esas funciones unos meses antes de la muerte de Fernández por petición de este y nunca se vinculó a las cuestiones administrativas de la entidad.

La administración del Taller estaba mayormente a cargo de Pedro Borges, quien fungió por varios años como director ejecutivo y fue designado presidente de la entidad por la Junta de Directores tras la muerte de Fernández. Borges no respondió una petición de entrevista hecha esta tarde a través de mensaje de texto a su teléfono celular.

Según la contralora, el contrato en controversia fue firmado por el secretario Román y “el director de la organización contratada” el 2 de diciembre de 2015. El propósito era “implementar un Proyecto Especial para establecer varios centros alrededor de la Isla para capacitar a un máximo de 4,306 estudiantes entre las edades de 7 a 18 años (del tercer al duodécimo grado)”.

Esto se haría “mediante un currículo integrado en comunicaciones, multimedios, producción y post producción en vídeo, para desarrollar cápsulas televisivas; y un programa de integración curricular en el campo de las comunicaciones, las bellas artes y las principales materias académicas, con estrategias de aprendizaje innovadoras durante el año académico 2015-16, y en junio y julio de 2016″.

Los talleres estarían a cargo de maestros del sistema de educación pública y de recursos contratados por el Taller. Según la contralora, los talleres habían comenzado a ofrecerse desde el 26 de octubre de 2015, 37 días antes de la formalización del contrato. Según la contralora, se ofrecieron 862 talleres antes del contrato.

La contralora encontró también que entre diciembre de 2015 y enero de 2016, el Taller le facturó al DE 1,540 talleres por maestros y 466 que los maestros nunca facturaron. Además, en el mismo periodo, el Taller facturó otros 1,540 talleres ofrecidos por recursos contratados por la entidad y 397 que dichos recursos nunca facturaron.

“La prueba documental (las facturas remitidas al contratista por los maestros, talleristas y transportistas contratados) y testifical reveló que el contratista, en lugar de presentar las facturas remitidas por los proveedores indicados, preparó documentos con información falsa con relación a la cantidad de participantes, fecha y horario de los talleres. Además, que los talleres se ofrecieron previo a la formalización del contrato”, dice el informe.