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Anabelle Rodríguez se despide del Supremo con llamado a proteger la “fe del pueblo en la justicia”


En la sesión de despedida, pidió también “no ceder a presiones e influencias de otras ramas de gobierno”.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Por Laura M. Quintero


El Tribunal Supremo de Puerto Rico celebró hoy, jueves, una sesión especial de despedida a la jueza asociada, Anabelle Rodríguez, quien cesará funciones por mandato constitucional al cumplir la edad de 70 años el 24 de diciembre, tras 16 años de servicio en el máximo foro.

Consciente del momento histórico en que se da su salida, Rodríguez confesó que ha sido un momento de mucha instrospección donde se ha preguntado incluso si ha valido la pena el camino asumido con su juramentación en agosto de 2004, como la tercera mujer en ser nombrada a ese foro. Más adelante afirmó, en respuesta a su propia pregunta, que partía con “la tranquilidad de haber decidido en conciencia y justicia”.

Expresó, durante la ceremonia que se celebró de forma virtual, que en las 107 decisiones mayoritarias y 153 disidentes que le correspondió escribir, así como otras decisiones, actuó “en todo momento consciente del deber moral que impone el cargo”.

Precisamente, la jueza presidenta Maite Oronoz le reconoció tanto por el valor de la disidencia como por analizar el derecho desde una perspectiva de género. Oronoz destacó, entre sus decisiones, su pronunciamiento contra la violencia doméstica que “existe por el mero hecho de ser mujer” y su defensa de la adopción para parejas del mismo sexo, que tiempo después fue validada por el Tribunal Supremo federal.

Además, le reconoció por su carácter, que definió, como “independiente, sin miedo a la polémica; más bien con cierto gusto por ella”.

En su mensaje a sus compañeros de estrado, Rodríguez les pidió que tengan presente la crisis institucional que se viene desarrollando en Puerto Rico desde hace décadas, lo que ha provocado “una ciudadanía alerta, rigurosa e implacable en su fiscalización”.

“Esta institución es el único asidero de la fe de nuestro pueblo en la justicia y nuestra mayor responsabilidad como jueces es ser custodios de esa fe evitando en todo momento cualquier acto que pueda erosionarla”, indicó.

Entonces, agregó: “Ceder a presiones exógenas al funcionamiento judicial y la dispensa de la justicia tendría un costo incalculable. El conocimiento del Derecho, la imparcialidad en su aplicación, la discreción, la sensatez y la independencia de criterio son la fuente más importante de la legitimidad de esta institución”.

La gobernadora Wanda Vázquez Garced participó de la ceremonia con un mensaje pregrabado en el que no solo expresó su afecto por la jueza, sino que aseguró que asumía el poder ejecutivo de nombrar a su sustituto con gran sentido de responsabilidad. “Sepa usted que lo voy a hacer con la mayor rigurosidad pensando siempre en ese espacio que usted como mujer, como abogada supo llenar para el Tribunal Supremo de Puerto Rico”, expresó Vázquez Garced, de quien se dice que busca una mujer para mantener el balance de género.

En la ceremonia, participaron todos los jueces asociados, con excepción de la jueza Mildred Pabón Charneco, quien se excusó por “compromisos indelegables”.

La sesión contó también con la participación del Juez Presidente del Tribunal Federal para el Distrito de Puerto Rico, Gustavo Gelpí; la exgobernadora, Sila Calderón; el ex juez presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Federico Hernández Denton; y el ex Procurador General, Salvador Antonetti Stutts.

Rodríguez se emocionó en dos ocasiones. La primera al escuchar el mensaje de sus hijos, quien le recalcaron su admiración, y la segunda al hablar de sus padres, a quien le atribuyó todo lo que alcanzó en su carrera por haber criado a ella y su hermano “con el entendido de que todo era posible”.