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Un oso turista en Puerta de Tierra
 

"Chronicle of the Latter World" llega desde Nueva York a Paseo Caribe
elnuevodia.com

lunes, 18 de abril de 2016 - 12:00 AM

Por Heidee Rolón Cintrón



La escultura es una oda a la figura del turista en interacción con el reino animal, la naturaleza y el legado que el ser humano deja en el planeta a través del uso y desuso de los recursos. (Xavier J. Araújo Berríos)
Durante seis meses todo aquel que acuda a Paseo Caribe, a la entrada del Viejo San Juan, se encontrará con un gran oso con sombrero, una cámara análoga colgando de su cuello y un tipo de piedra en su mano. Se trata de la escultura "Chronicle of the Latter World", firmada por la artista polaca Joanna Malinowska y que llega a Puerto Rico luego de su exhibición en Columbus Circle en Nueva York.

La artista cuenta a El Nuevo Día que la inspiración llegó tras un viaje al Territorio del Yukón en Canadá. Luego de manejar por largos días en caminos repletos de árboles, Malinowska dice haber visto a un gran oso a las afueras del bosque.

Constantemente inspirada por los acontecimientos ecológicos, la relación del ser humano con su entorno y la antropología en todos sus proyectos, la escultora decide llevar un mensaje a través del arte, utilizando elementos que cuentan una historia.

Según Malinowska, "Chronicle of the Latter World" o Crónica del último mundo –en referencia a un libro de geología y colonización– nace en el 2014 de su interés en los temas ambientales y en descentralizar al ser humano para darle un espacio necesario a los animales.

La escultura, que forma parte de un proyecto más amplio que explora la historia y colonización de América, es una oda a la figura del turista en interacción con el reino animal, la naturaleza y el legado que el ser humano deja en el planeta a través del uso y desuso de los recursos.

Huellas humanas. El oso turista de cemento, malla galvanizada y acero inoxidable no solo llama la atención por sus grandes dimensiones (15 pies de alto). Una de sus características más distintivas es la pieza que carga en una de sus patas.

Y es que precisamente ese objeto representa un ejemplo de la huella que el ser humano ha dejado en la naturaleza. Se trata de lo que se conoce como plastiglomerado, una especie de roca hecha de plástico, piedra volcánica, arena de la playa, conchas de mar y corales, descubierta en las costas de Hawái.

Según la página web Science.org, esta se crea cuando el plástico se derrite y se adhiere a otros minerales o elementos que forman parte de la costa. Una vez se forman, se hunden en el mar y se preservan por mayor tiempo.

Para la artista, quien es conocida por su trabajo experimental, sus grandes esculturas y sus dibujos y participación en proyectos que llevan un mensaje simbólico y de concienciación, esta roca simboliza el rastro humano que se está dejando en el medioambiente. Según ella, un elemento que habla sobre lo que pasaría en un futuro al seguir con las mismas prácticas.