Un día para jugar
El gobernador Luis Fortuño encabezó el tradicional festejo en el cual participaron 100,000 niños según La Fortaleza.


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ueves, 7 de enero de 2010
Por: Ana Teresa Toro / Nuevo Día
 

Tenía los ojos cerrados pero estaba despierta. La pequeña Valeria Álvarez de ocho años intentó controlar durante la Víspera de Reyes los nervios que le provocaban la ansiedad de saber que al despertar los Reyes Magos habrían llegado.

“Cuando me levanté corrí al árbol”, cuenta con el gesto de ojos grandes de quien relata una travesura. Esta niña fue una de los miles de niños que acudieron ayer a la tradicional Fiesta de Reyes que organiza La Fortaleza. Este año dividida en tres destinos: el Parque Luis Muñoz Rivera en San Juan y en los municipios de Orocovis y Cabo Rojo.

“Todos los años venimos en familia, porque hay muchas cosas para los nenes. Ellos saben que las cosas están malas y me decían este año viene poquito mamá”, dijo la madre de Valeria, Sheila Miranda de Bayamón quien asistió a la fiesta con ocho niños -entre hijos y sobrinos- y demás familiares. Salieron de su casa a las ocho y las a las diez los niños habían pasado por la fila y recibido sus regalos. El resto del día sería pura feria entre orquestas en vivo, algodones, casas de brincos y regalos de promociones de, básicamente, cualquier cosa.

¿Por qué están en fila? ¿Qué están regalando en ese quiosco?, preguntamos a un grupo de personas.
“No sabemos, pero es gratis”, contestaron algunos que prefirieron no identificarse.

Eric Velázquez salió a las seis de la mañana de Juncos para que sus dos hijos Sherlany y Yeriel de 6 y 2 años, respectivamente recibieran de manos del gobernador Luis Fortuño su regalo. “Hay que sacarle algo al Gobierno”, dijo sin reparos.

También estuvieron aquellos que, como Doraliz Rivera, del Departamento de Agricultura madrugaron -al punto de que por poco se tropiezan con los Reyes Magos en plena faena- pero no precisamente para fiestar, sino a trabajar. “Me levanté como a las tres de la mañana porque vengo de San Germán. Esto lo hacemos voluntariamente porque queremos cooperar con la niñez”, expresó Rivera.

El Gobernador y buena parte de su gabinete participaron de la entrega de regalos en absoluto orden. Mientras, los Reyes Magos de la Compañía de Teatro Coribantes escuchaban atentamente las peticiones de los niños. “Hay quienes me han pedido que les traiga de vuelta a su papá a la casa o que cure a su tía que tiene SIDA.

También hay quienes han pedido una Harley Davidson de verdad”, narraron Gaspar, Melchor y Baltasar quienes, mientras no están “reyando”, se dedican a escuchar a la niñez desde otros foros como maestro de educación física, de teatro o como trabajador social.

“Lo que necesitan es alguien que los escuche”, finalizan los Reyes cuya magia se reduce a ofrecer un poco de empatía o simplemente a siempre llegar.