Además de las exhibiciones sobre los diversos programas del Fideicomiso de Conservación, hubo talleres de siembra y composta y de arte para niños. (El Nuevo Día / Ramón “Tonito” Zaya

En defensa del agua y de los árboles nativos
 


16 de abril de 2012
 
Satisfechos los participantes de la feria del Fideicomiso

Por Daniel Rivera Vargas  / El Nuevo Día

Niños pescando peces de juguete, damas y caballeros cargando árboles de lado a lado y pantallas con diversas imágenes de la naturaleza eran parte del entorno ayer en un abarrotado Pabellón de la Paz en el Parque Luis Muñoz Rivera, donde se efectuó la Feria de Conservación y Reforestación del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico.

“¿Dónde usted encontró la uva de playa?”, preguntó María de Lourdes Tirado, de 49 años. “Ahí, míralo allí”, le respondió Vilma Vale, de 55 años y residente en Trujillo Alto.

“La actividad está fabulosa porque te da la oportunidad de conocer visualmente los árboles nativos y mucho más”, dijo Vale, quien cargaba con la uva de playa y con un árbol de maga.

Daniel Rosa Velázquez, quien llegó con su esposa Tamara y sus hijos Santiago, de tres años y Aurora Zoé, de un año y siete meses, también se expresó complacido con el evento.

“Excelente. Es la segunda vez que vengo”, señaló Rosa.

La feria estaba dedicada al tema del agua, así que cada una de las regiones del Fideicomiso presentó diferentes enfoques sobre el necesario líquido, dijo Luisa Rosado Seijo, superintendente regional de la Región 1, que opera en la Hacienda La Esperanza, en Manatí.

Rosado Seijo explicó que en su área había información sobre recreación con agua -por ejemplo, que en la playa Machuca se practica el surfing-, pero también había exhibiciones sobre cómo se daña la vida marina con la basura.

“La idea es que la gente salga conociendo algo nuevo”, sostuvo.

Varias organizaciones comunitarias aprovecharon para darse a conocer y ofrecer información sobre sus proyectos, entre ellas el Comité Yabucoeños Pro Calidad de Vida, el Comité Pro Desarrollo de Maunabo y la Organización Madre Tierra Atabey de Guayanilla,

Los niños como Milton Emanuel Pagán Soto también tuvieron su espacio. El estudiante de 12 años de la escuela Pedro A. Colón Santiago, de Juana Díaz, exhibió un proyecto de feria científica en el que simulaba el efecto de los contaminantes en el agua con aceite de bebé y pintura de yodo.

“Sin agua no podemos vivir”, puntualizó el adolescente.

Fernando Lloveras, director ejecutivo del Fideicomiso, expresó satisfacción por la actividad y la gran asistencia registrada, pero lamentó que Puerto Rico todavía no haya dado el paso -más allá de conocer la problemática ambiental- de entrar a la acción para resolver los problemas ecológicos.

“Estamos bien lejos de donde deberíamos estar como País”, comentó.