Premian su labor solidaria tras María

Fundación Ángel Ramos sorprende a organizaciones comunitarias del País que ayudaron a los más vulnerables.

EL VOCERO viernes, 18 de noviembre de 2018 
 
Por
Fernando Pereira

En la tarde de ayer fueron convocados los finalistas de siete organizaciones comunitarias al Museo de Arte de Puerto Rico, donde rodeados de amigos y compañeros de trabajo serían sorprendidos con el Premio Tina Hills de $50,000 por su labor y servicio luego del paso del huracán María. El premio fue otorgado por la Fundación Ángel Ramos.

En el gran salón del museo, justo antes de la premiación, los líderes de las distintas organizaciones —en medio de felicitaciones, abrazos y risas— compartían con emoción las anécdotas de lo que fueron sus servicios tras el paso del fenómeno natural el año pasado.

Arturo Massol Deyá, director de Casa Pueblo de Adjuntas, comentó a EL VOCERO que luego del huracán tomaron la iniciativa de repartir lámparas solares en la zona montañosa —como parte de un proyecto de energía renovable—, además de energizar máquinas respiratorias y de diálisis peritoneal.


“Queríamos iluminar nuestra comunidad con sol, demostrar que es posible una autosuficiencia energética y que es posible hacer un cambio” detalló Massol.

El titular de Casa Pueblo abundó sobre el beneficio de las ayudas que recibieron luego del huracán, entre ellas la de la Fundación Miranda, de la diáspora y de la filantropía.

Casa Pueblo atendió cerca de 20,000 personas y cuenta con alrededor de 20 voluntarios.

Cerca de la entrada del salón se encontraba la hermana religiosa Rosemarie González, fundadora del Hogar Buen Pastor, ubicado en Puerta de Tierra en San Juan. González explicó a EL VOCERO que desde hace 25 años atienden a personas con problemas de adicción y sin hogar.

“Puertas abiertas para todo el mundo”

“Actualmente contamos con 50 personas que viven allí con nosotros. Les brindamos hogar para ayudarlas a reintegrarse a la sociedad. Aunque nuestros servicios se enfocan en la comunidad de Puerta de Tierra, nuestras puertas están abiertas para todo el mundo”, manifestó la monja.

González detalló a El VOCERO que el hogar pudo subsistir luego del huracán gracias a las microempresas que tienen. Algunas de ellas son una librería, una tienda de artículos de segunda mano y venta de estampados y bordados.

“Estamos ubicados frente al mar; el viento del huracán arrancó hasta las puertas. Gracias a las microempresas pudimos continuar brindando el servicio a los más necesitados”, concluyó la religiosa.

El Hogar Buen Pastor atendió a cerca de 6,829 personas y cuenta con alrededor de 29 voluntarios.


En un aparte, José Oquendo, de 49 años, y quien es director ejecutivo del Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (Peces), recordó lo devastada que quedó la comunidad de Punta Santiago en Humacao luego de ser azotada por los vientos huracanados y por la lluvia que trajo María.

Enfoque en la prevención

“Punta Santiago quedó completamente inaccesible. Allí está nuestra sede; nuestros servicios tuvieron que extenderse a otras áreas limítrofes como Las Piedras y Naguabo”, informó.


Oquendo explicó al detalle cómo su organización brindaba mayormente servicios en educación en programas preventivos para jóvenes y en desarrollo empresarial comunitario, pero luego del paso del huracán tuvieron que adaptarse a las necesidades inmediatas que aquejaban a la comunidad.

“Estuvimos entregando artículos de primera necesidad, se hicieron inversiones para adquirir enseres domésticos y se ayudó en la reconstrucción de viviendas. Atendimos a toda la región”, agregó.

Peces atendió durante la emergencia cerca de 81,675 personas y cuenta con un voluntariado de 512 personas.


Los retos de Crearte

Ya la gente comenzaba a entrar al teatro para la premiación, y con toda calma la psicóloga Brendaliz Santos Hernández, fundadora de Crearte, explicaba a EL VOCERO cómo su organización ayudó al pueblo de Yabucoa tan pronto pasó el ciclón.

“Nosotros nos centrábamos en educar mediante el arte, pero luego del huracán tuvimos que trabajar al servicio de las necesidades de Yabucoa. Hay que recordar que el huracán entró por Yabucoa y fue el último pueblo de la Isla en volver a ser energizado”, sostuvo la psicóloga.


Santos indicó que desde Crearte hubo que gestionar ayudas médicas y servicios básicos para la comunidad.

La entidad atendió a 8,000 personas y cuenta con 15 voluntarios.

Todos fueron ganadores


Las otras organizaciones allí presentes fueron El Acueducto Rural Pedro Calixto, en Caguas, el Museo de Arte Contemporáneo de Santurce y el Taller Salud de Loíza.

Todos los presentes ya estaban dentro del teatro Raúl Juliá, las butacas llenas y las expectativas eran grandes, pero pronto los “finalistas” se darían cuenta de que todos ellos eran merecedores del gran premio final, todos eran ganadores.