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Un nuevo modelo deja atrás al caserío

Lunes, 23 de mayo de 2016 
Primera Hora

MICHELLE ESTRADA TORRES

La propuesta combina viviendas asequibles para gente que recibe subsidios del gobierno federal y casas de alquiler privado para trabajadores, al precio que dicte el mercado

 

Un nuevo modelo residencial, que integra en un mismo complejo, viviendas de renta subsidiada con casasdealquiler privado llegó a Puerto Rico de la mano de una alianza público privada (APP).

El secretario de la Vivienda, Alberto Lastra Power, definió este concepto como la nueva política pública del Gobierno puertorriqueño respecto a la vivienda asequible, y el mecanismo que le permitirá suplir la necesidad actual de miles de familias de escasos recursos.

Actualmente, hay 27.000 familias en lista de espera para vivienda pública y 1,400 para Sección 8, pero el Gobierno estatal no tiene dinero para nuevos proyectos y rehabilitar los existentes, en muchos casos. no es viable por ser costoso.

Lastra Power explicó que, por lo tanto, se optó por utilizar la estructura de las APP, con inversión compartida del Departamento de la Vivienda federal y desarrolla-dores privados, para las nuevas construcciones.
"La realidad es que, de ahora en adelante, el dinero que me llega para vivienda pública tengo que usarlo para mantener los complejos existentes y los nuevos los voy a tener que hacer con este programa", señaló el funcionario.

Los primeros tres proyectos de este tipo se harán, a partir de este año, en los terrenos de los antiguos residenciales públicos Las Gladiolas y Puerta de Tierra, en San Juan, y José Gautier Benítez, en Caguas. La inversión de $166 millones que requieren provendrá del Departamento de Vivienda federal y de la empresa estadounidense McCormack Barón Sa-lazar, que construirá y administrará los proyectos por un mínimo de 15 años.

Allí convi viran personasque cualifican para renta subsidiada bajo las categorías de vivienda pública. Sección 8 y Low IncomeHousingTaxCredits (LIHTC), y gente que pueda pagar renta regular sin ayuda gubernamental.

A la hora de otorgar las casas, para vivienda pública y Sección 8 se usarán las listas de espera existentes, y en el caso de Las Gladiolas se les dará prioridad a quienes residieron en el extinto caserío de Hato Rey.
Los apartamentos de LIHTC estarán destinados a personas que trabajan y cuyo ingreso sea considerado bajo en San Juan ($12 mil anuales) según el censo, dijo Lastra Power. Mientras, los precios de las unidades privadas los determinará el mercado.

Aparte del beneficio económico, el secretario le atribuyó provechos sociales y arquitectónicos a este modelo.

"Por primera vez estamos integrando programas federales y van a haber familias de diferentes ingresos viviendo en el mismo sitio. Estarán todos mezclados. Nadie va a saber bajoquéprograma vive el vecino", señaló.

En teoría, a largo plazo, esta integración ayudaría a eliminar los bolsillos de pobreza en que se convirtieron los residenciales públicos.

Además, la intención es que una persona que entre por Sección 8. por ejemplo, pueda llegar a vivir en alquiler privado si su situación económica mejora.


 



 Para ello, el contrato de administración obliga la puesta en marcha de un programa de asesoría y adiestramiento paraque los residentes puedan lograr autosuficiencia económica, destacó.

Por otra parte, este modelo reconfigura la utilización del espacio en la vivienda pública como la conocemos hoy, pues constará de bloques pequeños con accesos propios y áreas verdes, tendrá calles públicas y no habrá verja a vuelta redonda. Lastra Power sostuvo que con ello se busca la integración de la vivienda pública con las comunidades circundantes.

"Los tres van a tener áreas comerciales donde se van a poder hacer supermercados, farmacias y tiendas que les den empleo a los residentes y al resto de la comunidad", dijo.
Lastra Power puntualizó que este es el primer paso de una transición que durará varias décadas. "La idea es transformar toda vivienda pública. Claro, esto va a coger 20 o 30 años", expuso.

El proceso

La empresa McCormack Barón Salazar se convirtió en socio del Departamento de la Vivienda luego de ganar una ronda competitiva para créditos contributivos.

"Esta es una compañía que en este tipo de proyectos maneja sobre 20 mil unidades en Estados Unidos. Sí compitieron otros desarrolladores puertorriqueños, pero no tenían la experiencia de esta firma y para nosotros era importante empezar con una firma que lo hubiese hecho antes", explicó.
El Estado pondrá $66 millones de asignaciones federales más los créditos contributivos, y el desarrollador financiará los restantes $100 millones a través de la banca privada, dijo Lastra.

En Las Gladiolas ya comenzó la construcción, que debe durar 18 meses, y en Puerta de Tierra están en la fase ambiental. Los complejos se inaugurarán bajo otros nombres. Lastra Power anticipó que los próximos desarrollos de este tipo serán en Guaynabo, Arecibo y Bayamón.