Relato de la jornada de brutalidad

 


sábado, 10 de julio de 2010
 
Por Cándida Cotto/ Claridad
 



“La patria es de quienes la afirman”. Según lo dijo el Maestro Pedro Albizu Campos, eso fue lo que hicieron el pasado miércoles 30 de junio los jóvenes universitarios junto a otros cientos de puertorriqueñas y puertorriqueños en la plazoleta del Capitolio.

La convocatoria a protestar frente al Capitolio fue hecha en un principio por el movimiento estudiantil con el objetivo simbólico de “retomar la Legislatura”, preocupados –como expresaron en su llamado- por los daños irreparables que está cometiendo el actual gobierno contra la Universidad de Puerto Rico (UPR), la educación pública, los recursos naturales, el acceso a la información, las comunidades, el Colegio de Abogados, ahora el Colegio de Médicos y contra los servidores públicos.

En el anuncio de la actividad, suscrito por el estudiante del Recinto de Mayagüez, Alberto Rodríguez, quien fue parte del Comité Nacional Negociador durante la huelga, y el también estudiante Aníbal López, expresaron: “ésta será una actividad pacífica ya que se supone que la entrada al Capitolio y al Hemiciclo no nos las nieguen. Sin embargo, sería preocupante que aspirantes a dictadores quieran utilizar la fuerza y la violencia para quitarle los derechos al pueblo. Al menos por parte de nosotros no dejaremos que nos pasen por encima por caprichos de una u otra persona”.

El comunicado de prensa, circulado el lunes 28 de junio a cerca de cien periodistas y medios de comunicación, contiene los números de contacto de ambos estudiantes convocantes y específicamente dice: “La Delegación llegará a las 3:30 pm a las escalinatas del Capitolio, y solicitará entrar al Capitolio y al Hemiciclo a través de los procedimientos existentes y dará lectura a una declaración a favor del pueblo puertorriqueño y reclamar garantías de que se va a velar por los intereses del pueblo.” Esos hechos desmienten categóricamente al gobernador Fortuño, quien en varias ocasiones afirmó que “anunciaron abiertamente que iban a tomar por la fuerza el Capitolio”.

Al llamado se unieron diversas agrupaciones cívicas, personas en su carácter individual, y también acudieron como observadores miembros del Colegio de Abogados, del Capítulo de Puerto Rico de Amnistía Internacional y de la Asociación Americana de Juristas.

Las motivaciones para repudiar al Gobierno frente al Capitolio cobraban envergadura porque el miércoles era el último día de la Sesión Legislativa, en la cual se examinaría el presupuesto de este próximo año fiscal y ante la actitud del presidente del Senado Thomas Rivera Schatz días antes de negarle el acceso a la Prensa al Hemiciclo del Senado. Esto se sumaba a que ya hace varios meses que el acceso al Hemiciclo está prohibido al público en general.

Desde tempranas horas de la tarde comenzaron a llegar estudiantes y otras personas a la llamada Casa de las leyes. Entre ellos el grupo de jóvenes del medio alternativo Radio Huelga, compuesto por Lourdes Santiago, Miguel Santos e Isabel Peña, el estudiante de Rumbo Alterno, Shariana Ferrer y Richards Hiskes, de Onda Corta.

Una vez las escalinatas culminaban en la entrada del Capitolio, todo fue inútil. Entre policías de la Fuerza de Choque sin identificación en su uniforme y el llamado personal de seguridad del Capitolio, a estudiantes, profesores, y otros ciudadanos se les impedía entrar al Hemiciclo. Incluso hubo fotoperiodistas que tuvieron dificultades para lograr acceso.

En tanto, el oficial de prensa del Senado, Eric Toro, a preguntas de los periodistas de por qué se les estaba negando el acceso a los jóvenes de los medios alternos, dijo que era una medida de prevención y que fue una recomendación de la Policía. Al cuestionarle por qué el personal de seguridad del Capitolio no estaba identificado, dijo no saber ni había preguntado.

Los ánimos ya se iban caldeando. Un nutrido grupo de estudiantes, mujeres, profesores, abogados y trabajadores se iba congregando frente al Capitolio. En un momento, cerca de las cuatro de la tarde, las jóvenes de Radio Huelga se sientan frente a los puestos de registro de la entrada reclamando su derecho a entrar al Hemiciclo del Senado. Entonces, un funcionario de seguridad del Capitolio le arrebató el gas pimienta a un agente de la Fuerza de Choque y rocía a un manifestante directamente en sus ojos. Entonces, aparecieron agentes de la Fuerza de Choque tanto desde adentro como de afuera y comenzaron a sacar a patadas y macanazos a todos los presentes. Las estudiantes fueron arrastradas por el piso y tiradas escaleras abajo y la Fuerza de Choque arremetió contra todos, incluyendo a los presentes en la plazoleta frente al Capitolio.

Hay que destacar que la Fuerza de Choque nunca permitió que se pudiera organizar la manifestación afuera y ocupó la plazoleta e hizo que los presentes se acomodaran casi en la acera, mientras un nutrido grupo de estudiantes ocupó el lateral del Capitolio que da para el Senado.

Transcurrido este primer ataque, ya estaba dentro el Superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha. Al ser abordado por un grupo de periodistas sobre el porqué de la agresión y por qué no dejaron entrar a los estudiantes de los medios alternativos, entre expresiones cortadas éste alegó:
“Sí estaba entrando personal que se está identificando con la licencia. La información que tengo es lo que siempre en esta situación…, primero, que ellos no tienen ni líder, este grupo no tiene líderes, tratan de entrar a la fuerza tirando spray a la policía y… ahí obviamente la autoridad es la que va a prevalecer, no el desorden y la delincuencia”.

En evidente tono molestó, Figueroa Sancha agrega… “yo siempre he dicho que… Vamos hablar de las agresiones de ellos, ¿por qué siempre tenemos que hablar de las agresiones de los policías? Los policías fueron agredidos, ¿Qué vamos a esperar, que nos sigan agrediendo todos los días? No, no lo voy a tolerar”. En ese momento la prensa le cuestiona cómo había sido agredida la Policía y replica “ustedes tienen los visuales”.

Al cuestionarle por qué se les negó la entrada a los estudiantes periodistas ya que su propósito era cubrir los trabajos de la sesión, el Superintendente lo rechazó. No obstante, sus palabras revelaron lo contrario. “Pero es que son siempre los pobres estudiantes. Ellos no representan a los estudiantes, ellos son delincuentes…”.
También negó que fuese él quien ordenó cerrar los hemiciclos. “Eso le compete a la seguridad del Capitolio. Yo estoy en el perímetro afuera, pero la seguridad del Capitolio no la tiene la Policía. Esa parte tienen que preguntársela el Superintendente del Capitolio. La policía aquí no toma las decisiones de cerrar las gradas. Eso le compete a los presidentes de los cuerpos legislativos. Una cosa es que se recomiende y otra cosa es que se ordene. Eso le compete y es decisión única del Superintendente del Capitolio. Yo no lo recomendé”.

Volvimos afuera. A las 5:10 de la tarde apareció la Policía Montada y se colocó al pie de las escalinatas. Los estudiantes se mantenían coreando consignas, otros en la plazoleta y alrededores. Manifestantes y periodistas nos manteníamos a la expectativa bajo la mirada de furia y rostro de coraje de los efectivos de la Fuerza de Choque. A las 6:37 de la tarde aparece otro contingente de paramilitares. Entonces se formaron dos líneas de frente a los estudiantes. Cerca de las siete comenzó el segundo ataque. Macanazos, puntapiés, gases lacrimógenos contra todos, a los estudiantes los persiguieron casi hasta el Parque Muñoz Rivera. Luego, la Fuerza de Choque regresó y empujó a los que todavía nos requedamos en los alrededores, incluyendo a personas que se encontraban en la conocida Lomita de los Vientos, frente al Capitolio. Las personas entonces se movieron hasta la Plaza de Colón.

Pasado un tiempo cuando los pocos presentes en las cercanías de la Plaza de Colón creían que ya todo había pasado, hasta allá llegó otra vez la Fuerza de Choque.
Las imágenes de lo acontecido, que han recorrido todos los medios televisivos del país y por la red cibernética, desmienten de manera categórica las últimas alegaciones de Figueroa Sancha a la prensa para justificar la conducta de la policía.
“Está todo grabado. Cuando yo tenga la oportunidad de demostrar que ellos destruyeron vehículos, vaciaron gomas…tú sabes muy bien la contestación a eso… tú sabes que aquí una intervención lo que crea es más confrontación. Lo que hicimos nosotros aquí fue una dispersión y evitar confrontación física, para eso están adiestrados la policía… Eso se va a ver porque golpearla… ¿Quién tiene aquí que controlar y poner orden? ¿Son ellos los que dictan cómo se va a regir este país o es la policía, que tiene el deber ministerial de mantener el orden cuando tú tienes un grupo como este grupo, totalmente desordenado y violento? Imagínense que fueran al canal de ustedes y digan ‘vamos a tomar el canal’. Aquí nadie va a tomar el Capitolio. Yo di todas las instrucciones, las di personalmente yo. Desde la una de la tarde estuvo entrando gente.

“Lamentablemente el que fuerza aquí la situación son ellos. Cuando se comienza a destruir propiedad, a tirar objetos contra la uniformada, hay que restablecer el orden, porque si no, lo próximo hubiese sido una confrontación mucho más violenta de lo que hemos visto aquí hoy… Aquí el jefe de la policía soy yo”.

Denuncian atropellos contra la prensa

Diferentes organizaciones de la sociedad puertorriqueña levantaron su voz para defender el derecho de la libertad de prensa y denunciar la actitud del presidente del Senado de Puerto Rico, licenciado Thomas Rivera Schatz, de prohibir la entrada de periodistas y fotoperiodistas al Hemiciclo del Senado desde que comenzó la última sesión deliberativa de dicho cuerpo el pasado jueves 24 de junio.

La acción, sin precedentes en la Legislatura de Puerto Rico, ha provocado momentos de tensión y agresiones por parte de los ujieres del Senado contra compañeras y compañeros de la prensa que han acudido a cumplir con su responsabilidad de informar sobre lo que sucede en el Hemiciclo durante la sesión que se supone examina el presupuesto del país de este próximo año fiscal 2010 - 2011.

El lunes 28 de junio en la sede de WAPA TV, directores de los diferentes medios noticiosos, prensa escrita, radio, televisión, agencias de noticias y el Centro de Periodismo Investigativo, celebraron una reunión junto a la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO), el Overseas Press Club (OPC) y la Asociación de Fotoperiodistas (AFP), para formular una Declaración conjunta y coordinar los pasos a seguir frente a la situación. Entre las acciones a seguir las organizaciones se disponían, al cierre de edición, a acudir a los tribunales.

Comisión de Derechos Civiles
“Impedir la entrada de los(as) periodistas al Hemiciclo del Senado es una agresión a la libertad de prensa y al derecho del pueblo a mantenerse informado adecuadamente. La libertad de prensa es un derecho fundamental ampliamente reconocido en múltiples e importantes documentos internacionales, más como se ha visto el mismo continúa siendo sujeto a ataques”, declaró el presidente de la Comisión de Derechos Civiles (CDC), licenciado José Irizarry Jordán.

El Presidente de la CDC calificó la prohibición de entrada al hemiciclo de “acto irrazonable que fomenta un ambiente de incertidumbre y desconfianza de la ciudadanía sobre las actuaciones del Senado”. Trajo a la atención que la sección 4 Artículo II de la Carta de Derechos del Estado Libre Asociado (ELA), establece que no se aprobará ley alguna que restrinja la libertad de palabra o de prensa o el derecho del pueblo a reunirse en asamblea pacífica y a pedir al Gobierno la reparación de agravios y la sección 11 del Artículo III establece que “las sesiones de las cámaras serán públicas”.

De hecho, desde hace muchos meses Rivera Schatz prohibió la entrada al público en general a las gradas del Senado. La CDC le exigió al gobierno que reconozca y enmiende su “error” de privar la entrada de la prensa al hemiciclo y dijo que estará vigilante a cualquier acto que limite la libertad de prensa y, por ende, la democracia. A esos fines dijo que colaborará con cualquier organismo que trabaje para la defensa de estos derechos.

Unión Americana de Libertades Civiles
En comunicado de prensa, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), indicó que “El pueblo de Puerto Rico no tiene el lujo de permitir que se secuestren nuestros derechos; debemos exigir que se nos respete y debemos recordarles que el Capitolio pertenece al Pueblo de Puerto Rico y los salarios que se pagan allí provienen de nuestro caudal, por lo que tienen la obligación de rendirnos cuentas.

“Hacemos un llamado al Senado de Puerto Rico que cesen de atropellar los derechos fundamentales del pueblo y que procedan a abrir las puertas de la Legislatura. Aún están a tiempo para rectificar.”

Asociación Americana de Juristas
En tanto, el Capítulo de Puerto Rico de la Asociación Americana de Juristas (AAJ) también expresó su preocupación por la situación.
“Desde hace meses el pueblo ha sido testigo del patrón de conducta de esta Asamblea Legislativa, en el cual se ha tratado de excluir al público de los procedimientos parlamentarios mientras se discuten piezas legislativas que afectan el diario vivir de todos y todas en la sociedad”, declaró la presidenta de AAJ, licenciada Aleida Centeno Rodríguez.

“El derecho fundamental de acceso a la información pública es parte del derecho de la ciudadanía en general a estar informados y del deber de los gobiernos de proveer el acceso a esa información pública. Esos derechos son parte del derecho constitucional y del derecho humano a la libre expresión y la prensa. Dichos derechos son eficaces cuando se solicita información o cuando los ciudadanos quieran participar de los procesos legislativos, en especial cuando en tales procedimientos parlamentarios se van a tratar asuntos de un interés apremiante, o de un asunto de interés público importante. Sin el acceso a la información pública no puede haber oportunidad de participación democrática, y menos aún se puede garantizar un debido proceso de ley”, agregó.

La AAJ denunció que la Asamblea Legislativa no ha invocado ni puede invocar ningún privilegio de evidencia para esta prohibición. “Los privilegios existen en casos criminales cuando se trata del sumario fiscal o la protección de informantes, cuando se trata de la seguridad nacional (secretos militares) y en casos del privilegio ejecutivo en las relaciones internacionales, los cuales son claramente inaplicables en este caso en que se ha pretendido excluir a la prensa cuando está el Senado sesionando. No existe este tipo de privilegio para los cuerpos legislativos ni justificación legal siendo estas acciones contrarias a Derecho”.

Amnistía Internacional
El director ejecutivo en Puerto Rico de AI, Pedro Santiago, expresó: “Todavía al sol de hoy no hemos escuchado una razón válida que justifique la decisión del Presidente del Senado de prohibir la entrada a los periodistas al hemiciclo. A todas luces, este acto es un intento de limitar el derecho democrático de la ciudadanía, ya que no sólo se violenta la libertad de prensa, sino que obstaculiza el acceso a la información, elemento indispensable para una fiscalización adecuada de parte de la ciudadanía a la rama legislativa. Si permitimos esto hoy, mañana tendremos a una Legislatura legislando a puertas cerrada y a espaldas del pueblo”.

Amnistía Internacional, una organización que vela por el cumplimiento y respeto de los derechos humanos, censuró que la decisión de vedar el acceso de la Prensa al hemiciclo “deja en evidencia una falta de compromiso con los procesos democráticos que establece al pueblo como el jefe directo de la Legislatura”.

La entidad le exigió a Rivera Schatz que en el futuro no se repitan acciones que pongan en entredicho los fundamentos democráticos y le hizo un llamado para que se retracte de su decisión, le pida excusas a la clase periodística del País y a los ciudadanos en general.

Partido Independentista Puertorriqueño
“La exclusión de miembros de la prensa de las oficinas de prensa del área del hemiciclo del Senado representa no sólo un atropello contra el derecho de la prensa a informar sobre asuntos públicos medulares que se discuten allí, sino que además resulta un atropello contra el país y su derecho de conocer a través de los medios de comunicación la discusión parlamentaria de las medidas bajo consideración. Esto es particularmente grave ya que el Senado se encuentra evaluando la aprobación de medidas durante el fin de la Sesión Legislativa. En ese periodo, como conoce el país, se aprueban múltiples medidas de importancia, muchas por el proceso de descargue sin la evaluación de las comisiones correspondientes, lo que hace más necesario que la prensa esté presente durante el proceso para que el país conozca qué medidas se aprobaron y qué enmiendas pudieron haber sufrido”, declaró el secretario general del PIP, licenciado Juan Dalmau Ramírez.