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El grupo Agua, Sol y Sereno fue fundado en 1993 por el binomio Cathy Vigo y Pedro Adorno. (GFR Media)

Agua, Sol y Sereno celebra 25 años de quehacer y compromiso artístico

El colectivo teatral reafirma el compromiso de asistir a las comunidades

sábado, 21 de julio de 2018 

Por Mariela Fullana Acosta

Las historias estaban escritas y los planes trazados cuando llegaron los vientos y las lluvias de aquel verano otoñal. Lo que se suponía era el comienzo de la gran celebración del 25 aniversario del colectivo teatral Agua, Sol y Sereno, el festejo de todo un camino andado, se convirtió en un viaje a los inicios. El huracán María le robó aquel espíritu pomposo que viene con los festejos, y llevó a los integrantes del grupo de vuelta al principio, a lo básico, cuando armados por la pasión teatral y el compromiso social se fueron a las comunidades más vulnerables del país para llevar teatro experimental y ofrecer talleres artísticos.


En 1993, el binomio Cathy Vigo y Pedro Adorno, dos artistas comprometidos con la cultura y el país, crearon el colectivo Agua, Sol y Sereno, luego de formarse con grupos como Bread and Puppet Theatre, Teatro Pregones, Los Teatreros Ambulantes de Cayey y Augustos Boal. Hoy, 25 años después, el grupo continúa activo con un amplio repertorio artístico multidisciplinario que incluye desde piezas donde abundan los gestos, movimientos y música en vivo, hasta las comparsas de zanqueros y cabezudos que anualmente desfilan en las Fiestas de la Calle San Sebastián.

Pero más allá de todo ese trabajo artístico, Agua, Sol y Sereno se ha mantenido firme en su labor de llevar teatro y ofrecer talleres a escuelas y comunidades donde no siempre se tiene acceso al arte. Esa misión se reafirmó luego del huracán María que embistió a Puerto Rico el pasado 20 de septiembre, dejando una estela de desesperanza y desolación.

“Te diría que la celebración de los 25 años nos devolvió a la raíz del grupo de llevar teatro a las comunidades más necesitadas”, dijo Pedro Adorno recientemente. “Nosotros estábamos pensando en otros proyectos con relación a los 25 años y cambiamos los planes para dedicarnos a las comunidades afectadas por María. Eso nos devolvió a la raíz del teatro comunitario, a ese compromiso de llevarle cosas de alta calidad artística a la gente de las comunidades, pero incorporándolos a ellos”, agregó el artista, toda vez que dijo sentirse orgulloso de que las nuevas generaciones que ahora forman parte del colectivo asumieran esa responsabilidad social que siempre ha caracterizado el trabajo de Agua, Sol y Sereno.

Un antes y un después

Cathy Vigo destacó que son muchas las vivencias en estos 25 años, pero que ciertamente lo sucedido después del temporal María ha marcado un momento importante en el grupo. A solo ocho días después del ciclón, el colectivo salió a la calle a hacer lo que siempre ha hecho, poner su arte a favor del país. De esa forma visitaron más de 18 pueblos llevándole herramientas para expresarse, compartir sus emociones y sanar.

“Nunca hemos estado alejados de ese trabajo comunitario, pero a veces uno se va por la tecnología y entra en una cosa más técnica para superar las expectativas y no se tiene que llegar a eso. Creo que el huracán loque hizo fue que nos regresó a ese trabajo más simple, más sincero, más honesto, sin muchas pretensiones. Nos regresó a lo que somos, a lo que queremos transmitir”, sostuvo Vigo, destacando que el grupo se llama Agua, Sol y Sereno porque desde el inicio se propuso que harían teatro sin importar las condiciones, ya fuera en la calle o en salas tradicionales, llevarían el arte a todas las esquinas del país, y así ha sido.


“Yo creo que en el fondo tenemos una conciencia social y una conciencia política y eso está tan dentro de nuestra piel que es muy difícil no hacerlo de esa forma. Podríamos estar todo el tiempo en los teatros, pero estar en la calle y estar en las comunidades es lo que realmente nos da la energía para seguir haciéndolo. Nos da como la batería, porque en el teatro tú recibes los aplausos y es bien glamuroso, bien bonito, pero se queda ahí en ese fin de semana. El compartir el arte en las comunidades te marca como artista, como ser humano. Es más personal y como que todo tiene sentido, tiene un propósito mayor”, expresó la artista.

Pedro Adorno coincidió con su compañera de vida al señalar que ese espíritu comunitario sigue rigiendo la propuesta del colectivo, donde hoy participan sus tres hijas Paola, Tania y Cecilia, quienes se han integrado al resto de los integrantes del grupo que cada cierto tiempo se renueva. Muestra de ese trabajo han sido las cuatro residencias artísticas con participación de líderes de más de 10 comunidades, la presentación de obras y los talleres ofrecidos a residentes de algunos de los pueblos más afectados por el huracán.

Esa labor realizada ha tenido resonancia en Estados Unidos, a donde el grupo partió a principios de mes para cumplir varias invitaciones y compromisos artísticos. La semana pasada estuvo en Vermont donde fue invitado por el Bread and Puppet Theatre, de Peter Schumann, para participar de su tradicional circo de verano. En el evento presentaron -junto al grupo estadounidense- una pieza relacionada con las muertes de María. Esta semana, el colectivo se encuentra en la ciudad de Boston participando del Festival Betances que organiza Inquilinos Boricuas en Acción de Villa Victoria, donde entre otras cosas, presentó la obra “Comer” -que ganó premio del público en CircoFest- junto a la cuatrista puertorriqueña Fabiola Méndez, primera cuatrista en graduarse de la Universidad de Berklee, en Boston.

Ahora, el grupo se prepara para viajar a la ciudad de Nueva York, donde estrenará la obra “Corazón de papel: Una historia de huracán”, que forma parte del International Puppet Fringe Fest, el cual se celebrará del 10 al 12 de agosto.

“Es la historia del reclamo de estas personas que murieron durante María y reclaman que sus historias sean contadas. En la obra represento a ‘Esteban’, un personaje que lucha por la justicia social pero que ahora está un poco deprimido. Después de la noche del huracán empieza a sentir que lo están visitando un grupo de personas y empieza a sentir estos susurros de aquellos que reclaman que sus historias sean contadas”, explicó Pedro Adorno sobre el contenido de la pieza, donde se construyen en vivo marionetas de papel maché.


Señaló que esta historia está basada en los relatos que escucharon y recogieron durante los pasados 10 meses que llevan trabajando en las comunidades del país. Aseveró que en la isla se han presentado versiones cortas de la obra, pero que su estreno será en la ciudad de Nueva York.

Planes futuros

Adorno, quien lleva a cabo una residencia artística en la Universidad Metropolitana, donde ha hecho una labor importante con los jóvenes de la institución, por su parte, participará del Congreso Latinoamericano de Psicología, en Costa Rica, y donde hablará sobre cómo el arte ayudó en el proceso de recuperación tras el huracán.

Sobre los planes futuros para Agua, Sol y Sereno, el artista apuntó que está pendiente la publicación de un libro sobre la trayectoria del grupo, presentar en Puerto Rico la nueva obra que estrenará en Nueva York y llevar a cabo una retrospectiva de su trabajo visual en marzo de 2019. Y es que -como recordó Cathy Vigo- esta vez la celebración ha sido diferente.

“Definitivamente el huracán cambió toda la perspectiva sobre cómo uno celebra, qué celebra y dónde lo celebra. Por eso te digo que ir a las comunidades es reafirmar lo que quisimos hacer en un inicio y reafirmarlo de una forma bonita. No tenemos que ir a Bellas Artes a celebrar los 25, con celebrarlo en cualquiera de las comunidades que hemos ido es grandioso”, concluyó la artista quien junto a Pedro Adorno han cumplido con la misión de hacer arte donde sea y como sea, honrando el nombre del grupo con el que siguen soñando.