Descubren nuevos rastros de los ancestros de Boriken

miércoles, 24 de febrero de 2016 
Por Nydia Bauzá/ El Nuevo Día
 



Entre las piezas encontradas hay un hacha de piedra, restos de burenes para preparar casabe y pedazos de cerámica dibujada en tonalidades de arcilla.  (Teresa Canino)

En el yacimiento se hallaron más de un centenar de objetos indígenas.


Nuevos rastros sobre los ancestros de Boriken han sido descubiertos en Puerta de Tierra durante excavaciones coordinadas como parte de un proyecto para remozar el acceso principal al Viejo San Juan.

Poco a poco se han identificado más de un centenar de antiguas piezas de culturas precolombinas, como un hacha de piedra, restos de burenes para preparar casabe y pedazos de cerámica dibujada en tonalidades de arcilla.

Las piezas fueron encontradas en las excavaciones para desarrollar el proyecto del Paseo Puerta de Tierra, labores que culminaron en enero pasado.

El arqueólogo Juan Miguel Rivera Groennou dijo a este medio que de la cultura taína emergió un pequeño trozo de una vasija.

Sobre el objeto explicó que su “decoración con incisiones en la cerámica es característica de la cultura taína, contrario a la mayoría de las otras piezas en el lugar.

“Hay otros que podrían ser taínos, pero están bajo estudio”, indicó Rivera Groennou, quien presentó a este medio una muestra de la colección de restos indígenas rescatada entre el edificio de la Guardia Nacional y el antiguo edificio de Medicina Tropical.

Explicó que estos materiales no se recuperaron del sitio donde fueron dejados por las culturas originarias de Borikén, sino que aparecieron en rellenos asociados a las construcciones españolas de la segunda mitad del Siglo 19 en la Isleta de San Juan, explicó el investigador, quien tiene a su cargo los trabajos de monitoría arqueológica requeridos por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) en el desarrollo del litoral costero.

"Las piezas más antiguas de cerámica prehispánica, que son cinco, corresponden al período saladoide”, detalló el arqueólogo mientras señalaba a los restos de una vasija en barro con el borde pintado en diseños blancos sobre un fondo rojo, correspondiente al estilo Hacienda Grande.

Este tipo de cerámica, puntualizó había sido encontrada en el yacimiento del Convento de los Dominicos y las tonalidades se obtenían de diferentes tipos de arcilla, añadió.

Otros de los restos rescatados, de los períodos saladoide y cueva, tienen diseños pintados en blanco sobre el barro. El especialista sostuvo que esa cerámica se caracteriza porque es más fina. Las tribus del período saladoide, que se asentaron en el Caribe desde el Orinoco, se calcula que llegaron a Puerto Rico desde los años 400 antes de Cristo.

En el yacimiento, el investigador relató que recuperaron restos de diversos utensilios de cocina, así como un hacha petaloide, única pieza que se recuperó entera. Se encontró además, la mitad de otra hacha petaloide. Ambas piezas en piedra, en forma de un pétalo, corresponden a la época pretaína, que abarca desde los años 300 después de Cristo hasta los 700 después de Cristo, detalló Rivera Groennou.

“Este tipo de piedra no se consigue en la isleta de San Juan y tuvieron que ser importadas de otras áreas. Tenía diferentes usos, como cortar árboles y hacer excavaciones para cultivos”, sostuvo.

También del período pretaíno, encontraron fragmentos de ollas con asas (agarraderas) típicas del momento pretaíno y varios fragmentos de lo que se conoce como burén, que es una especie de sartén grande, que podía alcanzar los tres pies y que según las crónicas, se utilizaba para hacer casabe. Añadió que el material recuperado era de uso doméstico, por lo que se cree que el asentamiento era un poblado costero.


Piezas de luz

“La importancia de estos hallazgos es que ahora sabemos que esta parte de la Isleta de San Juan estuvo ocupada por lo menos 1,000 años por culturas prehispánicas”, recalcó Rivera Groennou. “Esa va a ser la colección más completa que se va a tener del componente prehispánico del sitio que se ha denominado como San Juan II”, sostuvo el arqueólogo. El yacimiento del San Juan I, está ubicado en el Convento de los Dominicos.

El investigador precisó que los materiales fueron descubiertos a diferentes profundidades, a partir de un pie del suelo y los detectaron cuando se realizaban las obras de reconstrucción de las aceras e instalaban nuevas tuberías de drenaje pluvial frente al edificio de la Guardia Nacional.

Narró, así mismo, que el historiador Adolfo de Hostos reconoció que en el interior de la Guardia Nacional había materiales indígenas y en los años treinta se lo comunicó al arqueólogo estadounidense Irving Rouse. “Hacen unas excavaciones dentro de los predios de la Guardia Nacional y encuentran pisos de ladrillo. Es el primero que plantea que los materiales indígenas no estaban en una posición primaria”, subrayó.

Relató que en 1979, durante las obras de construcción del antiguo Paseo Muñoz Rivera, la Fundación de Historia y Antropología hizo otras excavaciones en el área del San Juan II.

En cuanto a la preservación de los yacimientos encontrados, el arqueólogo dijo que a la luz los hallazgos se ha ido modificando el diseño del Paseo para que una vez se construya la plaza se va a resaltar la huella de los edificios coloniales que han sido descubiertos, junto con una tarja informativa en la que estarán los datos de los objetos rescatados.

Añadió que los materiales encontrados están en un laboratorio privado en un proceso de limpieza, estudio y catalogación y añadió que a finales de año, rendirá un informe final de los hallazgos al ICP.

La directora del Programa de Arqueología y Etnohistoria del ICP, Laura del Olmo, dijo por su parte, que la agencia será el custodio de los hallazgos arqueológicos, pero aún no han decidido si los materiales indígenas y coloniales, se exhibirán en algunos de sus museos o serán preservados en alguna otra dependencia de la agencia.

Las piezas fueron encontradas en las excavaciones para desarrollar el proyecto del Paseo Puerta de Tierra.