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unes 25 Diciembre 2006
El Nuevo Día
Por Roberto Pastrana-Pagès
Aunque han pasado 111 años desde que fuera presentada -inicialmente como insignia de la lucha por la independencia de Puerto Rico- el propósito para el que se ideó la monoestrellada boricua aún tiene vigencia, según el Ateneo Puertorriqueño.
Eduardo Morales Coll, presidente del organismo, declaró que el reclamo por la soberanía del pueblo puertorriqueño ha trascendido las líneas ideológicas para convertirse en el proyecto de todos los movimientos políticos en la Isla, y la bandera se mantiene firme como símbolo de esa batalla.
"La soberanía es un derecho natural de todos los pueblos y la bandera es el símbolo de ese derecho natural a la soberanía y a gobernarnos nosotros mismos"
“Vamos a levantar la bandera como el estandarte de nuestra soberanía, para que los Estados Unidos le reconozca fuera de la cláusula territorial. Y aquí, hermanados a su sombra, la reconozcamos como la única bandera de todos los puertorriqueños”, declaró Morales Coll, minutos antes de que su pequeño nieto, Joaquín Arraiza Morales de dos años, izara, con su ayuda, la enseña en conmemoración de su aniversario.
Decenas de independentistas levantaban su puño izquierdo mientras cantaban la versión original de La Borinqueña.
Los representantes populares Charlie Hernández y Luis Vega Ramos, únicos oficiales electos presentes en la actividad, se unieron a las palabras de Morales Coll. “La soberanía es un derecho natural de todos los pueblos y la bandera es el símbolo de ese derecho natural a la soberanía y a gobernarnos nosotros mismos”, manifestó Vega Ramos.
“Es un deber de los que creemos en Puerto Rico y en su capacidad para darse su propia justicia para conseguir el desarrollo que queremos a través de su soberanía, conmemorar y honrar ese símbolo, que es el único que nos define como pueblo”, añadió el representante.
Por otra parte, su correligionario agradeció el incondicional homenaje que le rinde el Ateneo a la insignia.
“Felicito al Ateneo Puertorriqueño porque ha sabido poner nuestra bandera en el lugar que merece. Muchas veces deshonrada, muchas veces ocultada, proscrita, una bandera que ha sido símbolo de marginación para muchos, de atropello, por solamente identificarnos como pueblo”, expresó Hernández.
En declaraciones a una estación radial, el legislador repudió que las banderas puertorriqueña y estadounidense ondeen juntas.
“Es una admisión constante de que la soberanía del pueblo puertorriqueño radica en manos del gobierno americano y eso tiene que acabar”, sentenció. La ceremonia contó con la presencia de la ex presa política Lolita Lebrón y el líder sindical Ricardo Santos, entre otros.
La bandera, desde su primera presentanción en 1895 ha sido usada como insignia de diversos movimientos independentistas, pero en el año 1952, cuando se constituyó el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, la monoestrellada fue declarada el emblema oficial.
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