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El hecho de que Rafael Tufiño haya nacido en Brooklyn, Nueva York, no lo resta méritos para que sentirse "sanjuanero", ya que sus primerea experiencias de niñlo fueron en el barrio La Perla y las lecciones iniciales de pintura las tomó en el sector de Puerta de Tierra. Ese amor por por el viejo San Juan, las huellas profundas de su niñes y mocedad, pueden apreciarse en muchas obras del pintor. Sus dibujos captan escenas típicas en la vida familiar o uno que otro paisaje de la Capital.
Es por eso que muchos admiradores de Tufiño lo identifican como natural de San Juan. El joven pintor es hijo de padres puertorriqueños y él vivió por muchos años en Puerta de Tierra en un apartamiento de una casona conocida como “Ranchón Tesoro", en la calle Pelayo.
Muchos residentes en el San Juan Antiguo han podido observar a Tufiño, caballete en mano, sorprendiendo un grupo de mozalbetes para traducir al lienzo una escena callejera. Ese sentimiento patriótico lo comparte con su esposa, la pintora y escultora Bonnie Reisman, quien hace poco llegó a la Isla. Como es de esperarse, ellos instalaron su residencia en un edificio restaurado de San Juan. Ambos exhiben parte de su colección de pinturas, dibujos, grabados y otras obras en la Galería Isla, en la calle Tetuán, de San Juan.
NO LO OLVIDA
Tefi, como llaman cariñosamente los amigos a Tufiño, nació en el condado de Brooklyn, de Nueva York, hace unos 41 años. Como a los 5 años vino a la Isla junto a su padre, quien era maquinista en el barco "Coamo". En esa ocasión visitó a su abuela en la barriada La Perla y, aunque por su corta edad no recuerda muchos detalles de la estadía, nunca olvidará sus correrías por el cementerio de San Juan, los pasajes del Morro y otros lugares convertidos hoy en atractivo turístico. Después de varios años aquí regresó a Nueva York pero volvió a la Isla a los 10 años de edad para residir definitivamente en Puerta de Tierra. Allí comenzó a tomar clases de pintura en el taller de don Juan Rosado y más tarde tomó clases de dibujo con el pintor español Sánchez Felipe.
Después de servir en Panamá para el Ejército de los Estados Unidos, Tufiño viajó a México, donde estudió diferentes aspec tos de la pintura en la Academia de San Carlos, de la Universidad Autónoma. En esa ocasión hizo intensos estudios de la cultura mejicana, especialmente en el campo de las bellas ar tes.
Con su especialidad en grabados, Tufiño regresó al taller de Rosado, en Puerta de Tierra, pero más tarde tuvo que ingresar de nuevo al Ejército. En sus horas libres, después de los ejercicios en el campamento, el joven pintor fundó el Centro de Arte (en San Juan), Junto a sus colegas, Omar, Torres Martinó y Félix Rodríguez y otros.
DIRIGE TALLER
En el Centro de Arte se llevaron a cabo numerosas exposiciones de pintores locales y se orientaba a la juventud sobre esta materia. Muchos Jóvenes se beneficiaron de las facilidades que les brindó ese centro.
Desde el año 1957 dirigió el taller de arte de la División de Educación a la Comunidad, del Departamento de Instrucción. El año pasado pasó al Instituto de Cultura Puertorriqueña, donde se ha destacado en la elaboración de carteles, ilustración de libros, grabados, etcétera.
Obras de Tufiño se han exhibido en casi todos los continentes. Sus grabados se han presentado en exposiciones colectivas en Holanda, España y otros países europeos.
En el 1942 montó en el Ateneo Puertorriqueño una exhibición de óleos y dibujos. Ocho años más tarde y en el mismo centro expuso sus famosos bocetos en pluma sobre la vida en Méjico.
Otras exhibiciones se han celebrado en la Galería Pintadera, de Samuel Santiago; Instituto de Cultura Pueriorriquefla, y el año pasado en la Galería Campeche. Esto es sin contar el sinnúmero de exposiciones colectivas que exigen su participación.
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