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Noticias 1938

 

 
martes 20 de diciembre de 1938 p.8

Don Miguel Such es quien está provocando una huelga
Alega la unión de Dependientes y Empleados de Muelles de San Juan

 

Se nos envía para su publicación lo siguiente:

El señor Such, vicepresidente de la Bull Insular Llne, Inc., contestando declaraciones del señor Juan Fernández Jr., presidente del Consejo Insular de trabajadores portuarios, alude directamente en su manifiesto a la Unión de Dpendientes y Empleados de Muelles, permitiéndose opinar a su manera, pero muy lejos, a nuestro juicio, de lo que constituye la verdad de los hechos.

Es cierto que la UDEM sometió a las compañías navieras, desde hace más de un mes, un proyecto de convenio colectivo para ser discutido y aprobado por ambas partes. Este convenio se discutirá hasta llegar a un acuerdo, pero el mismo no será firmado hasta tanto la UTM haya discutido y aprobado el suyo con dichas compañías. La UTM y la UDEM firmarán al mismo tiempo y respaldarán mutuamente sus demandas.

Es cierto que el señor Such nos manifestó que quería contratar separadamente, sin la ingerencia de las demás compañías, y en este asunto nos pusimos de acuerdo y es tuvimos conformes. Es cierto también que objetó ciertas cláusulas del convenio susceptibles de ser interpretadas,como "closed shop" (taller cerrado), pero a esto le aclaramos que a pesar de ampararnos la Ley Wagner en este sentido, no había en dichas cláusulas tal "closed shop", pues al leer detenidamente vería que para que existiera "closed shop" necesariamente habría que generalizar la expresión añadiendo otras clasificaciones (no incluidas) de empleados unionados que laboran para la compañía en distintos Departamentos.

El párrafo de la cláusula número cuatro que cita, el señor Such, recibe de él una interpretación errónea, pues no pretendemos imponer a la compañía el individuo, sino más bien beneficiarla con la garantía de un personal competente e idóneo responsable ante ella y sostenido únicamente por los propios méritos de su labor, con un concepto claro del estricto cumplimiento de sus deberes para con la compañía y para con la organización a que pertenece.

Nosotros no patrocinamos la delincuencia, ni sostenemos la irresponsabilidad e incompetencia. El propio convenio dispone que "cuandosje compruebe la ineptitud de un dependiente, establecida la queja, la Unión no objetará el castigo, ni su separación del trabajo". "Más claro, ni el agua".

Accedimos, sin embargo, a una sugerencia del señor Such, para que le permitiéramos preparar por escrito unas contraproposiciones a las cláusulas objetadas, las cuales nos entregaría el lunes siguiente por conducto del secretario de esta Unión, señor J. A. Cintrón Rivera. De acuerdo con ésto nos retiramos de las oficinas del señor Such, después de mostrarnos éste el ya célebre cartelón "prohibiendo la propaganda en pro p en contra de cualquier organización, durane las horas de Iabor".

Y aquí tenemos necesariamente que hacer un paréntesis, para comentar en tonos agrios la conducta asumida por altos empleados de la Bul, quienes valiéndose de la amenaza velada y aparentando seguir instrucciones del señor Such, INMEDIATAMENTE DE COIOCADO EL LETRERO, se dieron a la tarea "durante las horas de labor", de hacer campaña en pro de una unión patronal presidida por Moreno; y a tal punto llegó la coacción que prepararon varias cartas para que las firmaran miembros de nuestra Unión, renunciando a ésta bajo la presión y el terrible dilema de perder el trabajo si se negaban a ello.

Los léales, los íntegros uniónados de la Bull nos informaron a tiempo los pormenores de la trama y citamos inmediatamente para una reunión en que comparecieron muchos de los renunciantes obligados, resolviendose organizar la prueba acumulada para radicarla a la mayor brevedad ante la Junta Nacional de Relaciones Obreras en Washington.

Aquilátense ahora estos procedimientos de la Bull y dígasenos, si no estuvo en lo cierto el señor Juan Fernández Jr. al referirse a la reunión celebrada en el muelle número tres para "crear una unión que sirva a los intereses de la compañía"...

Con motivo del éxito aparente obtenido con estas prácticas contrarias a la Ley, parece que el señor Such se olvidó de su ofrecimiento y compromiso de entregarnos el lunes pasado, 12 de diciembre, sus objeciónes at al proyecto de convenio, y ésta es la hora que, a pesar de tenerlas preparadas, según confesión propia, no han llegado aún a nuestro poder. (Continúa en la página 14 Col. 5)

(Continuación de la pagina 8. 
Con esta demora le pretende dar oportunidad a que la Federación Libre notifique la elección de un Consejo Insular ajeno a los trabajadores, repudiado por estos y sin autoridad alguna para representarlos ni hablar en su nombre.

Se pretende además, ignorar la autoridad del Consejo presidido por Juan Fernández Jr,. que es la verdadera representación de los trabajadores de muelles, para de ese modo provocar un conflicto alegando que no existe una "autoridad definida con quien tratar".

Su dicho de que "no podría tratar con usted (dirigiéndose a Fernández) hasta que la mayoría de los trabajadores que tienen el derecho, que son los únicos llamardos a asignar y nombrar su representante con quien tengo que tratar digan su última palabra", comprueba a los ojos de todos que usted, señor Such, pretende ignorar que hace tiempo los estibadores dijeron su "última palabra" y eligieron al actual Consejo que preside Juan Fernández Jr. para que asumiera en todo momento su representación. ¿No sabia usted que el señor Fernández había sido electo?

Ahora, si es que usted pretende conceder autoridad a "un cuerpo sin alma", a un Consejo de nombre, quédese entonces con el Consejo que le sirva a Moreno y la Federación y dése cuenta de que con ello no hace otra cosa que provocar "una huelga que como la pasada no debe registrarse más nunca en Puerto Rico".

Los únicos con derecho a trabajar en los muelles son los auténticos estibadores. Ningún profano en el trabajo tiene ese derecho.

Diceusted bien: "No hay motlvo para alarmar al país". Tampoco hay motivo para forzar por medio de sus agentes el envío de telegramas respaldando su manifiesto tendiendo con esto a preparar favorable a usted el dictamen de la opinión pública en caso de huelga. No hay que pensar tampoco que nosotros podamos "hacer extensivo un movimiento cualquiera a otras compañías con las cuales no se han iniciado conversaciones" ni han dado motivos. El país no sufrirá nada. El país disfrutará "del servicio de las otras compañías si en el día de mañana surgiera el conflicto" que está provocando la Bull Insular Line, Inc.

Nosotros tenemos un elevado sentido de reponsabllidad y cuando el momento llegue haremos prevalecer nuestro derecho y la razón que nos asista decretando paros parciales, a fin de que la Isla tenga siempre su base de aprovisionamiento y de transportación con el resto del mundo.

De esto puede estar seguro el país.

P. Molinelli,
Presidente de la UDEM.
J. A. Cintrón Rivera,
Secretario.