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Viernes 2 de marzo de 1923 p.2


Los asombrosos servicios que puede prestar a la humanidad el Telégrafo sin Hilos
 

Por medio de las misteriosas ondas el médico de la Estación inalámbrica de Puerta de Tierra envía una receta al marine de un buque que viajaba a una gran distancia, y cuyo marino sufrió de una peligrosa dolencia

 




Un despacho inalámbrico fue recibido el miércoles en la estación del telégrafo sin hilos que tiene establecida en Puerta deTierra el Departamento de Marina de los Estados Unidos, procedente del barco mercante L. Doheny 3o.

Informaba que el contramaestre de la mencionada embarcación estaba recluido en su camarote, gravemente enfermo, con motivo de un golpe recibido en una rodilla. Al principio el marino no prestó gran importancia a la lesión; según se desprende, pero al día siguiente no pudo levantarse para proseguir en sus faenas habituales, porque la rodilla se le había hinchado sobremanera. Sin atender a tiempo el golpe recibido, seguía la lesión su curso, y con gran sorpresa de sus compañeros y sobre todo del capitán del buque, vióse que la rodilla del pobre contramaestre seguía hinchándose de tal manera, hasta que . adquirió el golpe un cariz bastante lamentable. La pierna toda se hinchó tanto—dice el despacho—que las partes afectadas tomaron un tamaño diez veces mayor que de ordinario, temiéndose que el enfermo se viera expuesto a tener que someterse a una operación y tal vez tendría que amputársele la pierna.

Ante tal incertidumbre el capitán del L. Doheny 3o. ordenó fuera consultado por radiotelegrafía el caso, recibiéndose la llamada en la estación de Puerta de Tierra, donde le fue comunicado el despacho al Dr. Hunter, encargado de la dotación de marinos destacados en esta zona. El ilustre médico, sin pérdida de tiempo, respondió a la consulta, dando las necesarias instrucciones, sobre el tratamiento que habría de seguirse en este caso, para salvar del peligro que corría el paciente.

Otro despacho posterior afirma que el contramaestre está mucho mejor de la dolencia, que cedió su curso, en seguida, de una manera maravillosa.

Este es, pues, uno de los muchos casos que demuestran la importancia que tiene el maravilloso invento de Marconi, en todas las esferas de la industria, el comercio y la ciencia; inapreciables servicios de que todavía no se ha dado bastante cuenta la humanidad.

Debe tenerse en cuenta que el vapor L. Doheny 3o. se supone que hacía la travesía de Tampico, Méjico, al puerto de Nueva York, una distancia excesivamente grande con respecto a Puerto Rico.