Noticias - Artículos

Inicio

  

           
Viernes, 29 de noviembre de 1918   P. 1

CONFLICTO DEL DÍA
La huelga de Motoristas y cobradores
 

Aunque el Gobernador, los señores Camuñas y Honoré, del Departamento del Trabajo, y el Director de la Compañía suplicaron a los motoristas y cobradores de los trolleys que aplazaran la huelga hasta hoy, a fin de que no padeciera el mayor esplendor de las fiestas de la Victoria, aquéllos no accedieron, y el miércoles a las seis de la tarde, según lo habían anunciado, empezaron a encerrar los trolleys en las estaciones de Martín Peña y Rio Piedras.

También la Comisión de Festejos trabajó para que los huelguistas accedieran a no dejar al público sin trolleys durante el día de ayer y la mitad del anteayer, pero aquéllo no fue concedido.

Poco después de haber dado comienzo la huelga, motoristas y cobradores, formando grupos, sobre cada uno de los cuales flotaba la bandear roja de los bolshevikis, recorrió la carretera de Santurce a Río Piedras, gritando: ¡viva la huelga!

Los últimos trolleys, al retirarse, ostentaban también banderas rojas, por las ventanillas los conductoras arrojaban hojas sueltas al público dándoles cuenta de los motivos que los lanzaban a la huelga.

Los huelguistas piden que a los motoristas y cobradores se les pague cuarenta centavos por hora. Que las horas de trabajo sean ocho. Que a los inspectores se les dé un sueldo mensual de 75 dólares. Que a los empleados de los talleres de Río Piedras se les asigne 50 centavos por hora. Y que toda hora extra recibirá una retribución doble, o sea de 80 centavos.

A un repórter nuestro que celebró una entrevista con el señor Julio Aybar, representante de la Unión Obrera, éste le manifestó que en Febrero de 1917, a raíz de otra huelga, quedó convenido entre la compañía y sus empleados, que se haría un pequeño aumento en el sueldo de los mismos; pero la Compañía no ha cumplido en parte su compromiso.

Hace quince días, sigue diciendo Aybar, elevaron una petición a fin de solicitar otra vez el aumento de salario, a lo cual contestó la compañía que, como la guerra había terminado, no podía acceder. El martes, los obreros enviaron un ultimátum exigiendo los aumentos de sueldos que ya hemos dicho más arriba y, además, las siguientes concesiones:

Reposición del motorista placa número 229, al que se le había destituido sin causa justificada, y pago de sueldo al conductor 68 durante una semana que estuvo suspenso de él.

Se dieron 36 horas de plazo. Cuando el martes a las doce, citados por la Compañía, se apersonaron en esta los miembros del Comité de Arbitraje en representación de los obreros la Compañía no quiso recibirlos en vista de que los miembros del Comité iban acompañados por dos mecánicos de los talleres de Rio Piedras, los cuales no eran agremiados. Los representantes de los huelguistas se retiraron sin celebrar la entrevista.
.....................................

El lunes, 9 de diciembre de 1918,  terminó la huelga en el tranvía.