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Viernes 29 de noviembre de 1918 p.4

INFORMACION GENERAL

NOTAS DEL SENADO


EL INFORME DEL DR. RUIZ SOLER
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El director de Sanidad, señor Ruiz Soler, informó la noche del 27 al Senado de Puerto Rico del estado de la epidemia de "influenza", que está ocasionando estragos en la isla. A grandes rasgos hemos tomado los siguientes datos de su informe:

El número de atacados asciende a 100,000. El Dr. Ruiz Soler en sus viajes a la isla ha dejado establecidos ya 28 hospitales modernos, para la asistencia de los pacientes. A principio de la epidemia no se disponía de fondos y recursos suficientes, Solo se contaba con una suma aproximada a 6,000. Con respecto a los fondos manifestó el Dr. Ruiz Soler que serán necesarios $300,000 para atender a los enfermos que hay ya en los hospitales, y para sufragar los gastos de auxilios a la zona rural. Todo el material para los hospitales ha sido suministrado por el Negociado de Imprenta del Gobierno (Bureau of Printing, Suplies, etc.) Además se ha tomado fiado mucho material a las casas que lo tenían, camas, ropa y otros utensilios necesarios.

Por ahora se dispone de leche para los pacientes de los hospitales, y estos prefieren la leche de vaca. La mortalidad en general no es muy alta pero es mayor en las zonas rurales donde no puede atenderse a los pacientes en debida forma, y la epidemia se extiende. En En las zonas rurales se necesitan más alimentos que medicinas.

Muchos médicos del ejército están prestando excelentes servicios en la isla, y muchos de los facultativos han contraido la enfermedad, dificultándose mucho con ese motivo, la acción que se realiza contra la epidemia. Los gastos preliminares de los hospitales, sin tomar en consideración el sostenimiento de los mismos, y el personal, fluctúan alrededor de $2,300.00

Todo el personal de los asilos de niños ha sido ocupado en la elaboración de ropas de camas cuya escasez es muy notable.

El Dr. Ruiz Soler, dijo que las autoridaudes locales en muchos pueblos había cooperado decididamente con el departamento de Sanidad en el combate que se libra contra la epidemia, con la excepción de algunos inspectores de escuelas que se han negado a facilitar el uso de los edificios escolares. Señaló el hecho de que en Arecibo la Junta escolar protestó contra la idea de utilizar el edificio de la Escuela de Segunda Enseñanza, para asistir y dar cabida a numerosos enfermos de influenza.

En una reunión celebrada entre altos funcionarios y el Gobernador se trató de cerrar las escuelas y tomar los edificios escolares para hospitales, y ante serias objeciones del Departamento de Instrucción Pública, se acordó consultar al Departamento de Justicia, para determinar las atribuciones del Director de Sanidad, quien es en la actualidad el encargado de vigilar por la salud del pueblo, que es antes que todo, y demanda una gran urgencia. Se pidió copia de la comunicación del Attorney interino, Tannenbaum, respecto a este asunto.

Hicieron algunas preguntas, al informante los senadores Feliú, Barbosa, Giorgetti, Valdés, Santoni y Martínez. El criterio prevaleciente entre los senadores fue el de facilitar toda clase de recursos y medios al Departamento de Sanidad para combatir tan terrible epidemia.

En algunas poblaciones se hicieron más de 2,000 curaciones en los primeros momentos, y la falta de recursos y medios adecuados elevó notablemente la mortalidad. Si se ponen en vigor radicales medidas será posible que la epidemia quede reducida a los 100,000 casos registrados el miércoles, pero es lo más probable que continúe propagándose por el con tagio que es como un reguero de pólvora, imposible de contener una vez que ha encontrado su camino. Para atender a todos los hospitales y al gran número de enfermos en las distintas zonas rurales son necesarios unos 500 mil dolares. Merece mención la Cruz Roja por la ayuda eficaz que ha prestado al Departamento de Sanidad. Recomendó y encareció las siguientes medidas:

Todas las escuelas debieran cerrarse para ser asistidos en sus salones niños convalecientes que mantienen el contagio y propagan la epidemia.

Solcitar la cooperación de las maestras de escuelas.

Es urgente seguir continuar prestando servicios en las zonas infestadas, para salvar el mayor número de enfermos particulamente niños.